Coloridos y de formas extravagantes, los arrecifes de coral significan vida en toda la extensión de la palabra. Decenas de especies, desde crustáceos hasta peces pequeños y grandes, dependen de ellos para existir. Esta relación simbiótica que nace de los arrecifes coralinos permite un entramado trófico marino único, uno que nos permite medir el estado de salud del ecosistema marino.
Su fragilidad es conocida: los arrecifes de coral son susceptibles a los cambios en la temperatura e impactos causados por actividades humanas. Frente a los enormes retos a los que se enfrentan, Efecto Arena, una organización civil en Baja California Sur, suma, fragmento por fragmento, las semillas de nuevas colonias de corales en el Golfo de California.
Basada en La Paz, Baja California Sur, la asociación civil Efecto Arena avanza en la restauración de arrecifes coralinos mediante un esfuerzo basado en ciencia. La replantación de corales ha permitido que áreas marinas dañadas por actividades humanas, poco a poco, se recuperen, atrayendo consigo vida que depende de estos para desarrollarse.
Los asentamientos humanos en las costas dependen de la buena salud de los arrecifes de coral, mucho más de lo que se suele reconocer. La vida que pulula alrededor de los arrecifes de coral permite el desarrollo de otras especies, sirven como guardería de peces y crustáceos con valor comercial. También son fijadores de dióxido de carbono (CO2), una valiosa tarea en tiempos de cambio climático.
Mediante la fragmentación controlada de la especie de coral duro del género Pocillopora, el equipo de Efecto Arena ha logrado establecer un espacio que permite su crecimiento en “invernaderos marinos”. En esta infraestructura submarina, los expertos dan un cuidado minucioso de cada pedazo vivo hasta su mudanza a las colonias que han cumplido con los parámetros para recibirlos. Otro proyecto de restauración coralino trabaja con la especie Pavona gigantea, de la cual esperan resultados de viabilidad que permitan su crecimiento dentro de la bahía paceña.
En alianza con el sector privado y donaciones, cruciales para su operación, Efecto Arena ha logrado impulsar proyectos como el de San Rafaelito, donde han sembrado más de 7 mil colonias de coral. Al día de hoy, la organización ha logrado establecer más de 14 mil colonias de corales en la bahía de La Paz.
La organización sin fines de lucro trabaja bajo tres ejes: la restauración de coral, la educación ambiental y el fortalecimiento de áreas protegidas. Un buen ejemplo del éxito de su programa ambiental es Puerta Al Mar que mediante talleres de Jardinería de Coral dirigidos a niños, jóvenes y adultos. Además, colaboran directamente con instituciones de gobierno en todos los programas de conservación marina y costera de las áreas prioritarias.
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Fuente: Efecto Arena